Mama del ‘Monstruo’ se hacía pasar como diseñadora de joyas para ocultar sus delitos
El Paracas Fashion Week, un evento exclusivo que reunió a varias personalidades de la moda.

La imagen pública de Martina Ester Hernández de la Cruz, madre de Erick Moreno Hernández, alias ‘El Monstruo’, era la de una dama elegante y artesana que diseñaba joyas. Sin embargo, según las sospechas fiscales, detrás de su aparente vida tranquila como creadora de collares, pulseras y aretes, se habría ocultado una red criminal que operaba en el cono norte de Lima. Su participación en eventos como el Paracas Fashion Week, en octubre del año pasado, habría sido solo una de las múltiples máscaras que utilizó para ocultar sus verdaderas actividades.
Martina, quien en público se presentaba como una humilde diseñadora, tenía una fachada perfectamente construida para evadir sospechas, cree el Ministerio Público. El Paracas Fashion Week, un evento exclusivo que reunió a varias personalidades de la moda, fue el escenario donde la mujer de casi 60 años desfiló como creadora de moda, lejos de la imagen de la madre de un criminal de alto perfil.
Las fotos y videos de la pasarela, difundidas por el noticiero 24 Horas, donde aparece luciendo sus propios diseños de joyería, no reflejaban la oscura conexión que habría mantenido con una de las organizaciones criminales más peligrosas del país.
Aunque nadie habría imaginado que la diseñadora que elaboraba piezas de joyería de forma artesanal pudiera estar vinculada a actividades ilícitas, las investigaciones revelaron una realidad diferente. Pericias contables iniciadas sobre su entorno y su círculo más cercano destaparon su implicación en el manejo de grandes cantidades de dinero producto de actividades delictivas, particularmente provenientes de las extorsiones.
Su papel clave
A lo largo de la investigación, se descubrió que Martina Hernández no solo había recibido grandes sumas de dinero de parte de su hijo, sino que además supuestamente utilizó sus actividades comerciales como una pantalla para mover dinero de manera discreta. El negocio de la joyería y las remesas que recibía pasaban desapercibidas, y su nombre no estaba relacionado con ningún delito, al menos en apariencia.
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